Un desgraciado efecto de la religión

A continuación les coloco un artícul0 del diario "El Universal" de Venezuela: aquí (10/08/2008)
Decidieron seguir su propia religión

Mantuvieron a un bebé muerto por una semana esperando a que resucitara

MARÍA ISOLIETT IGLESIAS

EL UNIVERSAL

Firmes en su convicción y sumidos en una realidad paralela, estaban los cinco jóvenes. Sus miradas y sus afirmaciones así lo demostraban. Plenos con su libre interpretación a la Biblia y fervientes creyentes en que uno de los cinco era "la materia a través de la cual El Rey (Jehová) les enviaba los mensajes", pasaron sus dos últimos años: ellas encerradas en el apartamento número 16-02 del Bloque 4 de San Andrés de El Valle, ellos pidiendo limosna y todos orando a su "Rey".

De ellos, sólo una de las dos chicas hoy está libre, pero bajo régimen de presentación y con prohibición de salida del país. Ella es Wendy Abreu. La razón por la cual el Tribunal 3° de Juicio tomó esa decisión, se fundamentó en que la muchacha de 23 años aún amamantaba a su pequeño de cuatro meses.

Según indicaron extraoficialmente efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas destacados a la subdelegación de El Valle, ella fue la que logró incorporarse a la realidad más pronto que el resto. "Cuando comió empezó a ser más coherente... cayó en cuenta de lo que todos habían hecho y del problema en el que se habían metido por el fanatismo que los tuvo trastornados durante dos años", dijo una fuente que prefirió no identificarse.

El sábado 2 de agosto, a Wendy, a su esposo Douglas Duque Maita, a sus cuñados Kevin Duque Maita y Larry Duque Maita y a sus concuñada Naides Ramos los detuvieron. Funcionarios del Cicpc llegaron al apartamento donde estaban ellos, debido a una denuncia que formuló ese mismo día, Luis Duque, (padre de los tres muchachos) y los arrestaron.

La denuncia colocada por el señor Duque refería que desde hacía días había dejado de sentir a uno de los dos bebés de cuatro meses que allí vivían y completaba la información diciendo que desde hacía unas horas salía un muy mal olor de uno de los cuartos.
Cuando los efectivos llegaron al apartamento, encontraron el cuerpo de un bebé de cuatro meses, que sobre la cama de abajo de una litera, reposaba tranquilo, cubierto con una manta y vestido con un mono, como para protegerlo del frío. Sus ojitos estaban cerrados... y ya no respiraba.

Había muerto una semana atrás y lo mantuvieron todo ese tiempo sobre la cama, esperando que resucitara.

Según contaron los padres del niño -Naides y Larry- el sábado 26 de julio en la noche, el bebé empezó a asfixiarse. Eran las 10:00 de la noche, y ellos, sumergidos en su mundo, comenzaron a orar para que el niño se curara.

Pasada la 1:00 am, el pequeño murió. No pudo respirar más y se rindió a la lucha. En ese momento, los cinco adultos le pedían con fuerza a su "Rey" que resucitara al bebé. Y así estuvieron durante esa semana, hasta que los denunciaron.

Ese día los cinco quedaron detenidos. Cuando salían esposados, Naides, recordaron los efectivos, sólo decía: "como me llevan a mí, llevaron a mi padre Jehová".

Ya en la delegación, esperaron a que llegara el resto de la familia. La visita les llevó comida, ropa, zapatos... Ahí comenzaron a reaccionar.

El domingo, el Tribunal 3° de Juicio los imputó por Homicidio Calificado y los dejó presos. Después de deliberar, a Naides la enviaron para el INOF y a Larry, Kevin y Douglas los remitieron para La Planta.

Culto propio

Según registra la investigación, Naides, Larry y Kevin fueron iniciados en el templo evangélico El Buen Pastor -ubicado en La Pastora- con el bautizo. El acto se celebró el 26 de septiembre de 2005, dice el libro de actas.

Los tres asistían con regularidad. Meses después se incorporaron Wendy y Douglas, pero ellos no se bautizaron.

En 2006, recordó Luis Duque, el padre de los jóvenes, los chicos decidieron desertar de la iglesia, según ellos, dijo Luis, "porque no estaban en nada". Desde entonces se dedicaron al culto propio: la libre interpretación de la Biblia.

Ya para ese momento, todos habían pedido asilo en casa de Luis. Todos dejaron los hogares que habían construido, sus trabajos, sus estudios, sus propiedades e inmuebles y se internaron en la nueva religión.

"Dejaron de trabajar porque y que Dios se los había dicho... en la calle, según ellos había mucho pecado fuera. No dejaron salir más a las niñas (una de cinco y otra de siete), las mujeres tampoco salían. En dos años, las únicas veces que estuvieron fuera del apartamento fue cuando dieron a luz", agregó Luis.

Para subsistir, los tres hermanos salían a pedir limosna, y en el Tribunal aseguraron que también compraban y revendían celulares.

El tema de la alimentación era especial. Parte del sacrificio era ayunar. Las niñas comentaron que la mayoría de las veces tomaban únicamente agua con azúcar. De vez en cuando comían pasta sola o arepa sola. Eso figura en la investigación.

Luis, por su parte, aseguró que lo que no comían era carne. Y que muchas veces se alimentaban mal porque él decía no ayudarlos para obligarlos a trabajar.

"Hice cantidad de cosas para que volvieran a la realidad, pero fue imposible. Hasta los denuncié en la Fiscalía y no hicieron nada. Esto que pasó pudo prevenirse pero nadie me ayudó. Ellos se volvieron fanáticos y se salieron de la realidad. Si hubiesen seguido en la iglesia la historia sería otra", recordó con tristeza Luis.

Miembros de los Testigos de Jehová condenaron lo que ocurrió, más porque esa no es la doctrina que ellos practican.

iiglesias@eluniversal.com
Sé que todos los religiosos no hacen eso, pero hace pensar que si no existiese religión, el resultado tal vez habría sido distinto... (¿O será una manipulación mediática a favor del diablo?)

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