Piratas y Corsés (Parte 2)

Esta es una historia ficticia basada en personajes reales y hechos históricos. Los personajes narrados en verdad existieron, pero me he inventado todos los diálogos y algunos detalles para hacerlo más entretenido jeje, aún así intento mantenerme lo más fiel posible a la parte histórica. Esta es la segunda parte de la historia. Por aquí se puede encontrar el resto de las historias.

Para continuar con la historia, empezaré con Mary Read. Su madre, cuyo nombre desconocemos, era una hermosa londinensa de la época, casada con un marino mercante, de cuya relación tuvieron un hijo -hermano mayor de Mary- llamado Mark Read.

Su marido tenía un lucrativo trabajo, y vivían cómodamente. Pero el trabajo de marino mercante es un trabajo de 24 horas, y pueden pasar semanas, e incluso meses, en alta mar. ¿Y que otra cosa podría hacer una mujer solitaria en una época en la que no existía la televisión o el Internet? Así, la joven y hermosa esposa tuvo amoríos con otro hombre, de la cual tuvieron una hija, nuestra protagonista Mary Read.

De algún modo, la madre de Mary Read pudo ocultar su nacimiento durante un tiempo, hasta que llegó la infortunada desgracia de la muerte de su primer primogénito. Como un modo de evitar contarle sus desventuras al esposo, ella viste a Mary con las ropas de su difunto hijo, y la hace pasar por Mark Read. Todos se creyeron el cuento, inclusive el mismo padre, quien por pasar tanto tiempo en alta mar, realmente no conocía a su hijo. Al poco tiempo, el esposo muere en alta mar: aquel mar del cual vivió, el mismo mar que lo mató.

La madre de Mary Read nunca tuvo la mejor relación con su suegra, ¿Pero supongo que esto no debe sorprender a nadie? Su suegra muy gratamente se ofreció a darle una pensión para mantener a su adorado nieto, una libra por semana para su manutención, cosa que obligó a la pequeña Mary Read a continuarse disfrazándose de su difunto hermano. Y si la vieja señora Read se enteraba alguna vez que la esposa de su hijo tuvo un amorío, y que su nieto murió, las cosas irían muy mal para ambas. Sin nieto, no había dinero. Todo indicaría que Mary Read sería "Mark Read" durante mucho tiempo, y al menos así lo fue, hasta que la abuela de Mary murió cuando tenía 13 años.

Eso había sido todo, no más disfraces. Al morir su abuela, nuestra protagonista no tuvo más remedio que empezar a ganarse la vida. Una amiga de su madre, le encontró trabajo como servidumbre de una familia francesa, pero no duró mucho atendiendo a unos estirados franceses y huyó.

Por alguna razón, Mary Read había disfrutado mucho más el rol de varón que el de la hembra, y en esa época, ¿Quien le diría lo contrario? Tanto fue así, que su propia madre la desheredó por su clara conducta masculina, que irónicamente, ella misma propició.

Sin nadie en el mundo, Mary Read hizo para lo que fue entrenada: se vistió de hombre, y no teniendo otro mejor trabajo, se enroló en la marina mercante. Un día llegaron a un puerto del Flandes, una región de lo que hoy se conoce como los Países Bajos u Holanda, y a Mary Read le llamó la atención un grupo de marineros que estaban ese día en el puerto. Eran soldados. Después de la Guerra de Sucesión Española, tropas británicas habían ocupado militarmente el Flandes, a pesar de que dichas tierras oficialmente pertenecían a la casa Habsburgo de Austria. Tanta vulgaridad, sudor y tetosterona llamó la atención de Mary Read... Pero no sólo eso, ella observó a un hombre en particular, lo observó, lo analizó, y le hizo palpitar más rápido su corazón. Mary Read no deja de ser una mujer como el resto.

La curiosidad de una mujer es el equivalente a la avaricia de un hombre, y de algún modo, logró enlistarse en las filas del ejército, tan sólo para conocer a aquel hombre. En el campo de batalla, Mary Read se demostró a si misma y a los demás su valía y valentía. Se enamoraría de un compañero de armas, llamado Fleming, el mismo que vio aquella primera vez en el puerto. Una noche, Mary Read le confesó toda su historia a Fleming, a quien en un principio "Todo le parecía muy extraño", pero que al final se convertiría en un romance secreto en las trincheras. Al finalizar la campaña, los tórtolos contrajeron matrimonio, y se establecerían en la ciudad de Breda, una pequeña ciudad holandesa. Allí, con el dinero obtenido de la campaña militar, juntos abrirían un bar llamado "Three Horseshoes", el cual fue muy frecuentado por los oficiales de su antiguo regimiento. Pero apenas 3 años más tarde, su esposo moriría de alguna enfermedad incurable por aquellos tiempos.

Mary Read no tardó mucho en vender todas sus posesiones, se volvió a vestir como hombre, y se enrolo nuevamente como soldado de marina. Esta vez Mary Read saldría de Europa en camino a el Caribe, donde sorpresivamente, la nave en la cual iba sería atacada por piratas. El capitán de los piratas se llamaba Jack Rackham, también conocido como Calicó, por su extraña costumbre de usar ropa interior de seda...

[La historia continúa...]

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