Las otras putas son aquellas mujeres que, en el entendido popular, mantienen un comportamiento o apariencia sugerente o que sostienen numerosos encuentros sexuales, sólo por la gratificación... ¡Que buena me ha quedado la definición para algo que la gente comunmente llama: "la perra esa"!
Tanto "prostituta", "puta", "ramera", etc., son palabras que se refieren a un oficio: sexo a cambio de dinero, y que por razones moralistas esto parece ser "malo" (Véase aquí). Sin embargo, nuestras "otras putas" parecen hacer exactamente lo mismo, con la diferencia de que no existe intercambio de dinero, y de todos modos, las explicaciones moralistas continúan diciendo que esto es "malo". Es decir, haya intercambio de dinero o no, la mujer siempre va a ser considerada "puta". Esto deja claro que el comportamiento rechazado por la sociedad no es el intercambio de dinero, o la compra y venta de sexo, sino el sexo per se o su sugerencia.
Lo obvio que habría que preguntarse uno es: ¿Por qué el sexo es malo? Y poniendo de lado la peligrosidad de las enfermedades de transmisión sexual y actuar con responsabilidad, si el sexo es malo es porque quizás lo estás haciendo mal. (No pude evitar hacer el chiste).
El origen de este pensamiento parece provenir de algo que la gente llama religión. Como sabemos, casi todas las religiones nos hablan del "adulterio", de los "pensamientos impuros", de la "masturbación", del "sexo ante los ojos de Dios" (Traducción: "sexo antes del matrimonio"), del sexo anal, del sexo oral, del coito interruptus (onanismo), del sexo con animales, del sexo entre personas del mismo sexo, del sexo con la familia, y eso sólo por mencionar algunas cosas que se mencionan en la biblia, y frente a todos estos actos, hay una ofensa a Dios, y por lo tanto, hay un castigo.
Ahora bien, desde un punto de vista estrictamente lógico, abstrayéndonos de nuestros propios preconceptos y gustos, ¿Por qué todo eso es malo? Y no, la explicación "porque Dios lo dice" no es una respuesta lógica, así que queda claro que todos son prejuicios, y redundantemente, irracionales.
¿Cómo podemos estar seguros de que son prejuicios? Pues así como hay prejuicios que discriminan, también hay prejuicios que elogian. Por ejemplo, a una mujer que tiene numerosas relaciones sexuales con distintas parejas, la clasificación suele ser la de "puta". Ahora bien, ¿Lo mismo ocurre con el hombre? ¿Se le califica de "puto"? Pues quizás en un cierto modo sí, pero parece ser que por alguna razón, es más comprensible si un hombre tiene ese comportamiento, y algunas veces no importa para nada, mientras que en las mujeres parece importar bastante. Es decir, se sabe que hay un prejuicio cuando no hay un trato equitativo con otras personas, y en este caso, del otro género.
Al parecer es el macho el que sale ganando en este meollo, ¿Eso quiere decir que huele a machismo? ¿El machismo es el que dice que el sexo es malo? Ya muchos se preguntarán: ¿Cómo el machismo va a decir eso si lo que todo hombre quiere es sexo? ¿Acaso se va a negar el sexo a sí mismo?
Pues desglosemos bien las cosas, obviamente el hombre no se niega el sexo, y puede ser puto y librarse más fácil de ello. Si entendemos como machismo la superioridad y dominación del macho sobre la hembra, entonces vamos a ver que negar el sexo tiene mucho sentido, porque esto permite mantener a la mujer controlada para la propia satisfacción del macho.
Hay una cosa bastante interesante en algo que llaman "institución", y eso es el "matrimonio". ¡Ah, el matrimonio! Al parecer no hay nada más romántico que una boda, donde las parejas se juran amor eterno... Al menos hasta el divorcio. Pero lo interesante del matrimonio es su origen machista. El macho no desea que su "posesión" sea poseída por otros, por lo que necesita una relación de -supuesta- exclusividad (les recuerdo que existe la poligamia), que queda representada en el matrimonio, y que a la vez no sólo envía un mensaje de advertencia en forma de "pecado" para las partes involucradas, sino que también envía un mensaje de advertencia para otros hombres... Tal y como dice el mandamiento: "No desearás a la mujer de tu prójimo". Por lo tanto, el matrimonio es el epítome de la idea de que el sexo es malo.
Muchas veces se intenta disfrazar el machismo bajo la excusa de proteger a la mujer. Por ejemplo, algo que no todo el mundo conoce es que María, madre de Jesús de Nazareth, fue enviada cuando niña a un templo, que sería su prisión hasta alcanzada su madurez sexual (13-16 años), como modo de evitar que tenga contacto con otro hombre, al menos hasta que cumple con la norma social (machista) del matrimonio. Se dice que se quiere proteger, sin embargo, se le prohíbe tomar sus propias decisiones, mientras se le obliga a algo ajeno a su voluntad (María se casó gracias a un concurso que se realizó en su pueblo, léase por aquí).
Hace poco, en varios países de Latinoamérica, se realizó un movimiento social llamado: La marcha de las Putas. Esta surgieron a razón de la declaración de un policía canadiense, que dijo: "Las mujeres deben dejar de vestirse como PUTAS para evitar ser violadas". Es decir, el policía expresó que la culpa del abuso la tenía la mujer por haberse vestido provocativamente, o como dijo él, como puta. Esta declaración es de verdad impresionante, porque sin importar que haya usado la mujer, esto no justifica el abuso cometido. La mujer debe ser capaz de vestirse o actuar como le plazca, sin que estos tipos de abusos ocurran.
Aun así, entre algunas mujeres he visto mucha preocupación por no parecer una puta, y es una parte que toman muy en cuenta en su quehacer diario desde que se levantan por las mañanas. Por ejemplo, si se viste de un modo, será puta; si ella no toma una posición pasiva y espera que sea el hombre que se acerque a ella, entonces será puta; si ella disfruta del sexo, entonces será puta; y me imagino que habrá muchas otras cosas más que desconozco por la sencilla razón de que no soy mujer. Sin embargo, lo único que puedo decir al respecto es que ellas deben olvidar esta forma de pensar y dejar de preocuparse, y que actúen y sean como más les guste. Si un hombre sólo las trata bien (con cariño y respeto) cuando se comportan como "damas", entonces no han escogido bien a la pareja; en cambio, si este las trata bien como "dama", "puta", "loca", "neurótica" o el adjetivo que se les ocurra, entonces se han ganado la lotería.
Algo muy importante, ya para terminar, a las mujeres, por favor, no sean machistas, porque juzgar a la mujer por su apariencia o comportamiento no es algo exclusivo de los hombres. Ya he oído muchas veces que no existe "sororidad" entre mujeres, pero si "fraternidad" entre hombres. Así que piensen mejor antes de hablar mal de "la perra esa"...
Tanto "prostituta", "puta", "ramera", etc., son palabras que se refieren a un oficio: sexo a cambio de dinero, y que por razones moralistas esto parece ser "malo" (Véase aquí). Sin embargo, nuestras "otras putas" parecen hacer exactamente lo mismo, con la diferencia de que no existe intercambio de dinero, y de todos modos, las explicaciones moralistas continúan diciendo que esto es "malo". Es decir, haya intercambio de dinero o no, la mujer siempre va a ser considerada "puta". Esto deja claro que el comportamiento rechazado por la sociedad no es el intercambio de dinero, o la compra y venta de sexo, sino el sexo per se o su sugerencia.
Lo obvio que habría que preguntarse uno es: ¿Por qué el sexo es malo? Y poniendo de lado la peligrosidad de las enfermedades de transmisión sexual y actuar con responsabilidad, si el sexo es malo es porque quizás lo estás haciendo mal. (No pude evitar hacer el chiste).
El origen de este pensamiento parece provenir de algo que la gente llama religión. Como sabemos, casi todas las religiones nos hablan del "adulterio", de los "pensamientos impuros", de la "masturbación", del "sexo ante los ojos de Dios" (Traducción: "sexo antes del matrimonio"), del sexo anal, del sexo oral, del coito interruptus (onanismo), del sexo con animales, del sexo entre personas del mismo sexo, del sexo con la familia, y eso sólo por mencionar algunas cosas que se mencionan en la biblia, y frente a todos estos actos, hay una ofensa a Dios, y por lo tanto, hay un castigo.
Ahora bien, desde un punto de vista estrictamente lógico, abstrayéndonos de nuestros propios preconceptos y gustos, ¿Por qué todo eso es malo? Y no, la explicación "porque Dios lo dice" no es una respuesta lógica, así que queda claro que todos son prejuicios, y redundantemente, irracionales.
¿Cómo podemos estar seguros de que son prejuicios? Pues así como hay prejuicios que discriminan, también hay prejuicios que elogian. Por ejemplo, a una mujer que tiene numerosas relaciones sexuales con distintas parejas, la clasificación suele ser la de "puta". Ahora bien, ¿Lo mismo ocurre con el hombre? ¿Se le califica de "puto"? Pues quizás en un cierto modo sí, pero parece ser que por alguna razón, es más comprensible si un hombre tiene ese comportamiento, y algunas veces no importa para nada, mientras que en las mujeres parece importar bastante. Es decir, se sabe que hay un prejuicio cuando no hay un trato equitativo con otras personas, y en este caso, del otro género.
Al parecer es el macho el que sale ganando en este meollo, ¿Eso quiere decir que huele a machismo? ¿El machismo es el que dice que el sexo es malo? Ya muchos se preguntarán: ¿Cómo el machismo va a decir eso si lo que todo hombre quiere es sexo? ¿Acaso se va a negar el sexo a sí mismo?
Pues desglosemos bien las cosas, obviamente el hombre no se niega el sexo, y puede ser puto y librarse más fácil de ello. Si entendemos como machismo la superioridad y dominación del macho sobre la hembra, entonces vamos a ver que negar el sexo tiene mucho sentido, porque esto permite mantener a la mujer controlada para la propia satisfacción del macho.
Hay una cosa bastante interesante en algo que llaman "institución", y eso es el "matrimonio". ¡Ah, el matrimonio! Al parecer no hay nada más romántico que una boda, donde las parejas se juran amor eterno... Al menos hasta el divorcio. Pero lo interesante del matrimonio es su origen machista. El macho no desea que su "posesión" sea poseída por otros, por lo que necesita una relación de -supuesta- exclusividad (les recuerdo que existe la poligamia), que queda representada en el matrimonio, y que a la vez no sólo envía un mensaje de advertencia en forma de "pecado" para las partes involucradas, sino que también envía un mensaje de advertencia para otros hombres... Tal y como dice el mandamiento: "No desearás a la mujer de tu prójimo". Por lo tanto, el matrimonio es el epítome de la idea de que el sexo es malo.
Muchas veces se intenta disfrazar el machismo bajo la excusa de proteger a la mujer. Por ejemplo, algo que no todo el mundo conoce es que María, madre de Jesús de Nazareth, fue enviada cuando niña a un templo, que sería su prisión hasta alcanzada su madurez sexual (13-16 años), como modo de evitar que tenga contacto con otro hombre, al menos hasta que cumple con la norma social (machista) del matrimonio. Se dice que se quiere proteger, sin embargo, se le prohíbe tomar sus propias decisiones, mientras se le obliga a algo ajeno a su voluntad (María se casó gracias a un concurso que se realizó en su pueblo, léase por aquí).
Hace poco, en varios países de Latinoamérica, se realizó un movimiento social llamado: La marcha de las Putas. Esta surgieron a razón de la declaración de un policía canadiense, que dijo: "Las mujeres deben dejar de vestirse como PUTAS para evitar ser violadas". Es decir, el policía expresó que la culpa del abuso la tenía la mujer por haberse vestido provocativamente, o como dijo él, como puta. Esta declaración es de verdad impresionante, porque sin importar que haya usado la mujer, esto no justifica el abuso cometido. La mujer debe ser capaz de vestirse o actuar como le plazca, sin que estos tipos de abusos ocurran.
Aun así, entre algunas mujeres he visto mucha preocupación por no parecer una puta, y es una parte que toman muy en cuenta en su quehacer diario desde que se levantan por las mañanas. Por ejemplo, si se viste de un modo, será puta; si ella no toma una posición pasiva y espera que sea el hombre que se acerque a ella, entonces será puta; si ella disfruta del sexo, entonces será puta; y me imagino que habrá muchas otras cosas más que desconozco por la sencilla razón de que no soy mujer. Sin embargo, lo único que puedo decir al respecto es que ellas deben olvidar esta forma de pensar y dejar de preocuparse, y que actúen y sean como más les guste. Si un hombre sólo las trata bien (con cariño y respeto) cuando se comportan como "damas", entonces no han escogido bien a la pareja; en cambio, si este las trata bien como "dama", "puta", "loca", "neurótica" o el adjetivo que se les ocurra, entonces se han ganado la lotería.
Algo muy importante, ya para terminar, a las mujeres, por favor, no sean machistas, porque juzgar a la mujer por su apariencia o comportamiento no es algo exclusivo de los hombres. Ya he oído muchas veces que no existe "sororidad" entre mujeres, pero si "fraternidad" entre hombres. Así que piensen mejor antes de hablar mal de "la perra esa"...
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